Si lo oíste bien “Vino Naranja”, en vinos-x-sentidos siempre estamos en la búsqueda de nuevos temas, cosas interesantes de que hablar. Ya hemos hablado de vino tinto, de vino blanco o de vino rosado, hoy agregaremos un nuevo color a nuestros vinos

“El Naranja”.

El vino naranja existe desde la antigüedad y no puede ser solo considerado como una moda, es verdad, actualmente los mejores restaurantes y bares de Londres, París y Madrid los han incluido en sus cartas de vinos y a precios exorbitantes, esto ha generado que muchos productores y críticos de vino elaboren y hablen de este tipo de vino.

¿Qué es el vino naranja?

La pregunta correcta no es ¿qué es el vino naranja?

La pregunta que deberíamos formular es ¿cómo se elabora el vino naranja?

La respuesta es simple, se elabora el vino naranja utilizando uvas blancas y fermentándolas como si elaboráramos vinos tintos.

Existen 2 diferencia vitales entre el vino blanco y el vino tinto principalmente la uva y sobre todo el tipo de fermentación.

En el proceso de elaboración de vinos blancos se utilizan uvas de piel blancas, las cuales luego de ser recolectadas son exprimidas y es el jugo de esas uvas que posteriormente es fermentado.

Los vinos tintos son productos de la fermentación de la uva tinta, es decir, en el proceso consiste en colocar las uvas completa con la piel, las pepas y el tallo en grandes tonos para su fermentación.

Por su parte, los vinos naranjas son el resultado de la fermentación entera de la uva blanca, resumiendo el proceso, las uvas blancas son colocadas enteras con la piel, las pepas y el tallo en grandes tonos lo que genera vinos diferentes y originales.

Este tipo de vino posee una estructura muy parecida al vino tinto, son vinos más robustos y con más cuerpo, pero siempre conservando la acides de los vinos blancos, además poseen una paleta de aromas sorprendente y su color va desde naranja pálido o un cobre intenso.

La intensidad del color lo determinará el tiempo que el producto deje la uva con la piel fermentando, esto puede ser de pocas horas hasta algunos días o meses.

Los anglófonos llaman este proceso “skin contact”, los franceses “macération pelliculaire” y los italianos “macerato”

Un poco de historia

El vino naranja existe desde la antigüedad. La historia cuenta que fue en Georgia antigua Unión Republicana Soviética Socialista (URSS) de donde es originario este tipo de vino.

Los Georgianos poseen una extensa cultura ligada al vino. Los Georgianos utilizaban grandes ánforas hechas en arcilla para la fermentación y elaboración este tipo de vino.

El ánfora en arcilla o kvevris son perfectas para la elaboración del vino naranja, ya que permitían la oxigenación del vino.

Las kvervris están enterradas total o parcialmente dejando a la naturaleza hacer su trabajo.

Este proceso quedo un poco en el olvido, utilizada solo en país como la Georgia, Armenia y Azerbaiyán, y algunos años después en Italia y Eslovenia.

Fue en los años 90 que algunos productores de vino de la región del norte de Italia frontera con Eslovenia lanzaron de nuevo en vino naranja.

Aunque continúa siendo un vino particular y poco conocido algunos países como Francia, España y Portugal producen hoy día vinos naranjas.

Ánforas de arcilla utilizadas para la elaboración de vinos naranjas

¿Qué conseguimos en el vino naranja?

Ya lo hemos visto, el vino naranja es singular.

Catar vinos naranjas es siempre una gran experiencia, llena de sorpresas que desestabiliza hasta el más aguerrido de catadores.

Este vino no se sirve muy frío, temperatura ideal entre 12° y 14° lo que permite la expresión de su aroma.

Hay que tener claro que no un vino blanco, ya que posee taninos finos y elegantes. No es un vino rojo, ya que su paleta aromática está compuesta por notas de frutas y flores secas.

NO hay que olvidar que las principales características de este vino estar siempre determinada por el tipo de uva, el clima, suelo y sobre todo el tiempo de maceración que el productor escogió.

¿Con qué puedes acompañar el vino naranja?

Ahora sabemos que los vinos naranjas poseen una estructura tánica, ellos podrían acompañar una carne asada.

Como el vino naranja es aromático él puede acompañar perfectamente a cocinas y platos exóticos por ejemplo: a platos tailandeses o chinos, sin dejar de lado la cocina árabe: un cusco de pescado o de legumbre sería perfecto.

Ahora si “El Chocolate” es tu pasión el vino naranja es perfecto para todo tipo de postre a base de chocolate.

Por mi parte tengo que aceptar, el vino naranja para siempre fue y será una gran experiencia y me confirma que, mientras más cates vinos te darás cuenta de que siempre hay algo nuevo que aprender, eso es estimulante.

Para aprender y comprender en vino hay que ser humilde y curioso, hay que estar consiente que sabemos poco y que nunca se sabe todo.

Quizás no es fácil, pero te invita a buscar en su tienda favorita de vino un vino naranja y que compartan conmigo tú experiencias.

Recuerda el vino siempre es mejor en compañía y hay que consumirlo de manera responsable.

À votre santé.

by:LB

Ilustración by: André Ebert

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